Menudo festival me pegué el sábado en el Creamfields. Me lo pasé cómo los indios del amazonas en sus rituales chamánicos. Qué panzá de bailar. Montones de amigos con los que iba y más que me encontré allí.
El domingo estuve casi todo el día en esta vegetativo. Después de casi 15 horas de sueño el lunes volví a ser persona, aunque seguía bastante cansado. Todo el día comiendo. Y traslado a Vera para una semana.
Gracias a unos buenos amigos que nos han prestado su casa.
El martes vuelta a correr. Una hora por la mañana a buen ritmo y con pulso muy controlado. Y después un poco de nado en el mar. Poca cosa. El próximo domingo nado la travesía del puerto de Almería, 2000 m.
Estas imágenes son de otro festival en Portugal (un día antes que en España), pero reflejan muy bien lo que yo viví en el Creamfields-Andalucía
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